Cuando un ser querido necesita atención especial por su edad, una enfermedad grave o tras una intervención quirúrgica, muchas familias se enfrentan a una decisión importante: ¿es mejor optar por cuidadores profesionales o asumir el cuidado familiar por cuenta propia?

No hay una única respuesta válida para todos. Cada situación es distinta y depende de varios factores: el grado de dependencia de la persona mayor, la disponibilidad de los familiares, las condiciones de la vivienda, los recursos económicos, entre otros. Por eso, en este artículo queremos ayudarte a reflexionar sobre ambas opciones y qué aspectos tener en cuenta antes de tomar una decisión.

¿Qué implica el cuidado familiar?

El cuidado de personas mayores dentro del núcleo familiar suele estar motivado por el amor, el compromiso emocional y la cercanía. Muchos hijos, hermanos o nietos asumen el cuidado de sus mayores sin pensarlo dos veces. En muchos casos, son parientes hasta el segundo grado quienes se hacen cargo, incluido el familiar consanguíneo más cercano.

Este tipo de cuidados de familiares puede ir desde acompañar en las actividades diarias, hasta tareas más demandantes como asistir en el baño, la movilidad o la administración de medicamentos. El problema aparece cuando la dedicación necesaria es tal que interfiere directamente con la jornada laboral o con la salud física y emocional del cuidador.

En situaciones de accidente o enfermedad graves, o cuando la persona necesita reposo domiciliario del cónyuge o de otro familiar cercano, el apoyo familiar puede verse desbordado. Aquí es cuando muchas familias comienzan a explorar otras alternativas.

El papel de los cuidadores profesionales

Los cuidadores profesionales están formados específicamente para prestar atención a personas con distintos grados de dependencia. Cuentan con conocimientos técnicos, experiencia y una preparación emocional que les permite actuar ante situaciones difíciles de forma eficaz y segura.

Una gran ventaja del cuidado profesional es que permite que la persona mayor mantenga su autonomía en la medida de lo posible, con rutinas personalizadas, sin cargar emocional ni físicamente a sus familiares.

Además, su trabajo está regulado, lo que aporta tranquilidad en cuanto a responsabilidades, horarios y seguridad social. Esto no siempre ocurre cuando es un familiar quien se encarga del cuidado, muchas veces de forma no oficial ni remunerada.

¿Qué dice la legislación?

En España, el Real Decreto Ley 5/2023, entre otros textos, contempla medidas que permiten a los trabajadores ausentarse de su puesto para atender a un familiar en situaciones específicas. Esto incluye:

  • Hospitalización o intervención quirúrgica que precise reposo.
  • Intervención quirúrgica sin hospitalización que requiera el cuidado efectivo en el domicilio.
  • Enfermedades graves que exijan atención constante.
  • Reposo domiciliario del cónyuge o familiar consanguíneo.

Estas medidas son un avance en la conciliación familiar y laboral. Sin embargo, muchas veces no es suficiente, especialmente cuando el cuidado se extiende por semanas o meses.

Ventajas y desventajas de cada opción

Cuidado familiar:

  • Ventajas: cercanía emocional, confianza, conocimiento del entorno y rutinas del familiar.
  • Desventajas: sobrecarga física y mental, impacto en la jornada laboral, falta de preparación médica y técnica, limitaciones para cuidar a personas con alto grado de dependencia.

Cuidadores profesionales:

  • Ventajas: atención especializada, alivio para la familia, seguridad y experiencia ante emergencias, cumplimiento de normativa laboral y de seguridad social.
  • Desventajas: coste económico, dificultad para encontrar personal de confianza en algunos casos, adaptación inicial del mayor a una persona externa.

¿Cómo tomar la mejor decisión?

Antes de decidir, te recomendamos hacerte algunas preguntas:

  • ¿Qué grado de dependencia tiene mi familiar?
  • ¿Cuántas horas al día requiere atención?
  • ¿Estamos los parientes disponibles para ofrecer ese cuidado sin afectar otras responsabilidades?
  • ¿La situación es temporal (tras una cirugía o enfermedad) o prolongada?
  • ¿Contamos con recursos para contratar ayuda externa?

También es importante tener presente que no se trata de “todo o nada”. Muchas familias optan por una solución mixta: asumen parte del cuidado y delegan otras tareas a un profesional. De este modo, se logra un equilibrio entre el bienestar del mayor y la salud emocional de quienes lo rodean.

Elegir bien para cuidar mejor

El cuidado de personas mayores es una responsabilidad que requiere mucha dedicación y sensibilidad. Tanto el cuidado familiar como el profesional tienen su lugar, dependiendo de las circunstancias personales. La clave está en evaluar cada situación con realismo, priorizando siempre la salud, la dignidad y la calidad de vida del ser querido.

En Asisplan24, entendemos que no es fácil tomar esta decisión. Por eso, ofrecemos asesoramiento personalizado y cuidadores profesionales comprometidos con brindar el mejor trato humano, adaptado a cada necesidad.

Puedes llamarnos al 694 49 63 02 o contactando por email a info@asisplan24.com.

También puedes realizar tu consulta de forma presencial, viniendo a nuestra sede en Orihuela, Alicante. Nos encontramos en avenida Teodomiro, número 32, entresuelo B, código postal 03300.

Porque cuidar también es amar… y a veces, delegar es la mejor forma de hacerlo bien.